home presentacion productos blog contacto
CONSERVACIÓN Y REVISIÓN DE LAS CUERDAS

Todas las cuerdas deben ser inspeccionadas antes de su uso en busca de defectos, aunque su inspección debe ser continuada mientras se usan y cuando se guardan. Los defectos a buscar deben ser, además de cualquier corte que afecte a la cuerda, serán los siguientes:

Decoloración: cuando una cuerda blanca comienza a presentar manchas marrones, negras o verdes, pueden ser debidas a daños producidos por substancias químicas.

Zonas brillantes: pueden delatar daños por fusión de las fibras.

Diámetro inconstante: este alerta sobre cualquier abultamiento, depresión u otra anomalía, especialmente en las cuerdas con funda y alma trenzadas, o trenzadas con alma, puesto que es un síntoma de un daño en el alma de la cuerda.

Deshilachado o desgaste excesivo: en cuerdas trenzadas, si la mitad de las hebras se encuentran excesivamente desgastadas, deshilachadas o rotas, es el momento de cambiar la cuerda.

Los trozos de cuerda que se utilicen para atar el prusik, así como los aros de prusik, deben ser inspeccionados en busca de daños de fusión, puesto que la fatiga a la que se somete la cuerda por el excesivo calentamiento al descender, puede causar la rotura de dichas cuerdas. Para evitar un excesivo desgaste producido por el calor, controle la velocidad de sus descensos, puesto que la cuerda que forma el prusik y queda en la zona interior de éste sufre un rozamiento continuo y no se refrigera adecuadamente.

Las cuerdas ya sean de trepa o de apeo, presentan una vida media que depende en gran medida del uso, así como del mantenimiento que han llevado a lo largo del tiempo. Así pues, una cuerda en la que se han realizado un gran número de nudos, sometida a un gran rozamiento, a elongaciones debidas a esfuerzos bruscos, que es extrangulada al pasar por mosquetones y que habitualmente está sucia de tierra y arena, presenta una vida media más corta que otra que haya recibido un trato menos desfavorable.

No obstante puede tomarse como plazo para el recambio de las cuerdas de trepa, un periodo que oscile entre 12 y 18 meses, dependiendo del uso. En casos en que las cuerdas de trepa se utilicen esporádicamente puede fijarse un plazo de tiempo de 4 años. Siempre debemos tener presente que el precio de una cuerda de trepa es bastante menor al que puede causar una baja por accidente.

Para las cuerdas de apeo el plazo de tiempo para llevar a cabo el recambio es muy variable, puesto que depende de la cantidad de veces que se haya usado, así como del peso de la madera que hayamos asegurado en cada una de las ocasiones.

Siempre que vaya a deshacerse de una cuerda por considerar que no resulta segura, deberá cortarla en  pequeños trozos que impidan que alguien intente aprovecharla para algún uso, evitándose de esta manera posibles accidentes a terceros que pudieran tener graves consecuencias.


 

Home - Presentación - Productos - Blog Poda - Contacto
Aviso Legal - Todos los derechos reservados